lunes, 28 de abril de 2008

El Rock: entre la discriminación y la pared

El jalón de orejas es para la mayoría de medios de TV que, en su afán de ganar rating, no dudaron en armar la polémica necesaria alrededor del rock. En la mayoría de canales, en un ingenuo intento de desmentir los prejuicios, los infundaron más entre la audiencia. Enumeremos algunos hechos: tachar a alguien de “rockero”-por decir el calificativo menos ofensivo- ya es un indicio de prejuicio, de calificación, de dar propiedades preestablecidas a alguien que no conozco, de juzgar antes de conocer; repetir hasta el cansancio de la cantidad de acusaciones -que pueden o no ser verdaderas- con “el animo de desmentirlas” forman una imagen que queda grabada en el imaginario colectivo como posibles o, en palabras de abuelita-, “por algo las han de decir”; meter en el mismo saco a un género tan amplio y con diversas tendencias es justamente lo que tanto le criticaron los medios al Presidente cuando ellos eran el blanco de la crítica. En fin, ¿a qué jugamos colegas?

Mencionemos un par de ejemplos: Jorge Ortiz cada mañana durante una semana en “Hora 7” despotricó mencionó la relación entre el rock, la muerte, “lo macabro”, la oscuridad, lo turbio, en algo se rectificó el domingo en "Día 7"; y Fernando Ehlers en el programa dominical “La TV” recordó en tono de acusación que el título del concierto era “Ultratumba 2008”, leyó en tono de acontecido el flyer en el que se mencionaba a la “Santísima Muerte” y, finalmente, hizo un “llamado a la reflexión y la comunicación familiar”. ¿Acaso el primer paso para hacer justicia, respetar y guardar luto a los fallecidos en Factory no es el tratarlos como iguales y no juzgarlos por sus preferencias musicales?

Al margen de encontrar culpables, usar a un grupo de personas con determinadas ideas como herramienta de rating cae en lo antiético, discriminación y desinformación. Si su intención era desmentir o “desenmascarar los mitos” –frase más allá de gastada y falaz, dicho sea de paso- por qué no mostraron los valores que tienen a nivel profesional, personal y fraternal, o mostraron lo importante que es el rock para la cultura de todo el mundo. Se olvidaron de ese lado de las cosas.

En lo personal, no soy aficionado al rock, pero si habría ocurrido un incendio en un evento de la música que escucho y me estuviesen juzgando por mis gustos y mis ideas, me sentiría realmente discriminado. Si el incendio habría pasado en un concierto de tecnocumbia –donde es común la frase “me muero si no estás conmigo” y derivadas- ¿les estaríamos criticando a quienes gustan de esa música? ¿les estaríamos tratando de “tecnocumbieros”? ¿les estaríamos acusando de invocar a la muerte y al desamor, y así culpándolos indirectamente de la desgracia? Si habría pasado en un concierto cristiano, ¿estaríamos acusándoles de invocar a Dios?

Ante la impotencia de la pérdida de vidas humanas, lo más fácil es buscar culpables y cuando no aparecen pronto, la salida suele ser culparlos a todos por unos pocos. Fea maña.
Aquí pongo dos posiciones con respecto al tema, si tienen más tiempo vean el programa completo. Por favor, no nos traguemos los vocados mediaticos sin masticarlos primero. Dan gastritis e ignorancia.

2 comentarios:

Mari dijo...

gracias por publicar esto. Es importante saber hacer crítica, sobre todo a los mismos ámbitos en donde nosotros probablemente nos movamos.

Anónimo dijo...

Y que si a la gente le obsesiona la muerte? Hay gente que se obsesiona con otras cosas como la religion y francamente son insoportables... La misma gente que critica a los demas tiene cosas a la espalda que apestan!